Armendáriz: «Los grupos quieren imponer incondicionales y dirigentes a modo»
Aguascalientes, marzo 16 (2020).-En esta dura etapa, el PRI tiene la oportunidad, con la voluntad sublime de sus líderes, de hacer las cosas correctamente y elevar su alma y su moral a un nivel superior que lo retorne milagrosamente a su esencia y a su condición de ser político idolatrado, alertó Isidoro Armendáriz García, a propósito del interinato del Comité Directivo Estatal (CDE), que se formalizó este día.
«El principio de contradicción nos dice que puede suceder justamente lo opuesto al negarle a los seccionales y a la colectividad priista el derecho de autodeterminar su dirigencia estatal. Así, Es imposible rendir culto a liderazgos defectuosos disfrazados de fetiches».
La resurrección del PRI no puede ser causa, sino efecto, de sus nuevos actos y procedimientos. Así qué, el procedimiento para elegir a su nueva dirigencia estatal debe ser transparente, legal y legítimo para recuperar la confianza en las relaciones políticas interpartidistas, agrega el ex dirigente tricolor.
Advierte que las voces de unos cuantos no pueden sustituir las voces de los liderazgos de base y que a estas alturas el delegado del CEN del PRI y la propia dirigencia nacional tienen la obligación de tomar decisiones que beneficien a los priistas de a pie, y no hacerle caso solo a dos o tres personajes que pretenden representar a las mayorías.
«Los grupos quieren imponer a incondicionales y dirigentes a modo, aunque no tengan experiencia, atributos ni representatividad y solo sostengan en su mano débil un pesado escudo para defender intereses minúsculos a cambio de pintarle la cara de payaso a la militancia y decorar las paredes del PRI con cuadros, caricaturas y estampitas de triste interpretación».
Las loables, certeras y bien intencionadas declaraciones de algunos personajes sobre la unidad y la concordia en el PRI suenan a la república del partido perfecto, suenan a utopía y suenan a convivencia feliz en la Ciudad de Dios. ¿Los pecados políticos terrenales de los hombres alcanzarán la libre absolución en esta nueva era bíblica?, cuestiona.
Para finalizar, anticipa que esta fuerza política debe equilibrar fuerzas y formar un pacto de unión indispensable para el no conflicto. «El desafío es buscar un dirigente que sirva y no que se sirva con los veneros de la dirigencia».